NAUFRAGIO
Naufragio tiene nombre propio
pronunciado en voz baja,
casi crepuscular.
Voz del que no desea ser oído
por ser parte implícita del mismo;
desahogo intrascendente,
batalla perdida de antemano
contra arrecifes de Desamor.
Las manos crispadas
contra tu sexo,
la negación,
la evidencia de que todo es efímero,
como el espacio que ocupa un segundo
en una esfera de reloj.
Naufragio,
bancarrota emocional,
tristeza inoculada
con alevosía,
herida abierta
en el corazón;
Naufragio,
náufrago de ti…
entro orgulloso,
salgo abatido.
Naufragio.
Náufrago de ti,
de tu frialdad fingida,
de tu ausencia,
de tu indecencia aparente,
de tu miedo al rechazo.
Naufragio,
náufrago de ti…
entro demente,
salgo vacío.
Naufragio
tus manos cruzadas
son demoledoras,
muros de carne insobornable
más allá de la corrupción inexorable
de una polilla atrapada
en una celda de luz.
Naufragio.
Y como último deseo,
última voluntad,
último anhelo,
último sueño,
último delirio:
naufragar en ti.
18/10/12
(Para Diosas de Burdeles de Almas).
Texto: VaraFoto: Caos (retoque digital: Vara)
pesan decadentes las palabras, una sobre otras, como piedras en los bolsillos, como eslabones que se muerden hasta que el ancla, y ¿dónde esta el ancla? y la deriva.
ResponderEliminarenorme.
saludos.